Luego de 16 dias 14 horas 30 minutos y una ardua navegacion pisamos tierras azorianas por primera vez. Nuestro primer destino seria la ciudad de Horta en la isla de Faial, una de las 7 islas (y de las mas importantes) que componen el Archipielago de Azores.
Como era de esperar en tierras portuguesas, la recepcion fue muy calida no solo por el cielo despejado y un tibio sol que empezaba a asomar temprano en la maniana sino por la simpatia y amistoso trato de los locales incluso de las autoridades de la marina, en donde pasaremos nuestros proximos dias para descansar, poner el barco en condiciones y juntar energias para navegar el ultimo tramo de nuestra travesia.
Luego de varias horas de trabajo para recuperar el orden y la limpieza que las fuertes olas y los varios dias de navegacion habian desbaratado en el interior del Bacan, comenzamos a disfrutar de esta esplendida isla. Nuestro primer paseo por Horta nos permitio descubrir una ciudad impecablemente prolija, con parques perfectamente diseniados y cuidados, callecitas con un historico empedrado (que nos recordaron a miticos barrios de Buenos Aires) y estampado con curiosas imagenes, un buen numero de cafes y algunos pocos restaurantes, y lo mejor un maravilloso paseo maritimo con vistas a la figura imponente de Pico Alto (la montania de mayor altura de las Azores, en la isla de Pico, frente a las costas de Faial). Rodeando la ciudad destacan las laderas de las colinas; revestidas con un verde fulgurante por la frondosa vegetacion y 'salpicadas' con el blanco y rojo de las tipicas casas de los pequenias poblaciones suburbanas. Bosques y campos cultivados completan el paisaje montanioso que, desde un principio, me han recordado a mi querida Galicia. Contrastando con este colorido, las playas de arena negra (vestigios del origen volcanico de las islas) junto a un mar pristino de color azul intenso le dan un toque peculiar a las vistas generales de la isla. Aparte del paisaje natural, el alma de pueblo que se respira por la tranquilidad, la paz y la sonrisa sincera de sus habitantes invitan a un completo relax.
La oferta de lugares para visitar incluye varias rutas para recorrer a pie y alli fuimos para alimentar nuestro espiritu explorador y mantener fortalecidas nuestras piernas un poco atrofiadas de tantos dias en el mar. Nuestro primer paseo fue hacia el Monte da Guia, un corto camino en la misma Horta que nos permitio una impecable y panoramica vista de la ciudad. El 2do intento, a Caldeira (una ruta de 8 kms alrededor de crateres volcanicos en el centro de la isla) resulto ser menos productivo en vistas (aunque era muy prometedor pero la intensa niebla nos privo de ello) pero, sin dudas, aventurero ya que luego de casi hora y media de caminar perdimos el sendero y los varios intentos por encontrar adonde seguia el camino resultaron infructuosos por la niebla, el viento y la lluvia que habia en el lugar. Nuestro instinto de supervivencia para entonces ya nos guio hacia una ruta asfaltada pendiente abajo que, aunque ya sabiamos no nos haria retornar al punto de partida (y donde teniamos un taxista esperandonos!!! al que no podiamos avisar de nuestro incidente y nos preocupaba que nuestra desaparicion le hiciera levantar una alerta general) ... la duda era cuan lejos estaba la poblacion mas cercana!!! pero la respuesta solo la tendriamos luego de casi 5 horas de caminar cuando nos cruzamos al primer ser humano en un camino entre bosques y extensos campos solo habitados por vacas. Finalmente llegamos a Praia do Norte, un pequenio pueblo a escasos metros del mar, en donde recuperamos nuestro contacto con la civilizacion, recompesamos nuestro esfuerzo fisico con un rico cafe con leche y algo de comer en un cafe con vista al mar. Alli mismo nos conseguirian un taxi para devolvernos a la marina a la que llegamos exhaustos y ansiosos por un reparador banio caliente.
Los dias siguientes ya han sido mas tranquilos para recuperarnos de la extensa caminata y para ir completando las reparaciones del barco. Las velas ya han sido recorridas (se han repasado todas las costuras) y puestas en su lugar, la bomba de agua del motor se ha reparado y vuelto a instalar, las bombas de gas de cocina rellenadas para su uso, toda la ropa usada en el viaje lavada y guardada y otros detalles menores para ir preparandonos para nuestra proxima navegacion. Ahora quedan realizar el aprovisionamiento y esperar que el pronostico del tiempo sea favorable para zarpar. La novedad es que para esta pierna la tripulacion del Bacan vuelve a ser la original: el capi y su 1st Mate ;) .. ya que los tripulantes decidieron abandonar nuestro barco. Asi que les deseamos buena suerte y nosotros... al fin solos!!!! terminaremos nuestro viaje como lo empezamos en nuestra primera larga travesia de Barcelona a Canarias y felices de que sea asi.
Eso es todo por ahora, aunque lo dejamos con lo mejor: disfrutando de las fotos de nuestra navegacion hasta aqui y algunos de los hermosos lugares que les conte de estas tierras.
Hasta el proximo blog!
Un abrazo virtual para todos.
Tripulacion Bacan
