Las importaciones son todos los bienes o servicios nacionales que han sido exportados por un país y que son pretendidos para el consumo interno de otro. En otras palabras, las importaciones son los bienes o servicios que un país le compra a otro para saciar su demanda interna. De esa manera, el país establece un equilibrio para satisfacer las demandas de su ciudadanía.
La importación es el transporte legítimo de bienes o servicios de un país hacia otro con intereses comerciales. El país al que ingresan dichos bienes es el importador, mientras que el país de donde partieron dichos bienes es el exportador.
En el caso de la economía española, las importaciones ascendieron durante el 2010 a un total de 301.995 millones de euros. Esto ha generado una balanza comercial negativa para el país, ya que los bienes exportados, que ascendieron a un total de 279.001 millones de euros, fueron menores a los bienes importados. Esta cifra no es alentadora, ya que la balanza comercial se encuentra relacionada a la inversión nacional y al ahorro del país.
Precisamente, las importaciones suelen llevarse a cabo bajo condiciones específicas en las distintas economías del mundo. Esto se debe a que los Gobiernos siempre buscan fortalecer su producción interna.
Los productos que ingresan a un mercado nacional muchas veces se encuentran mejor posicionados o resultan más atractivos para los consumidores que los que se fabrican en ese mismo país. Esto genera un problema para la producción nacional, ya que esta sale perjudicada en la competencia.
Esto ocurre sobre todo cuando las industrias extranjeras cuentan con mejores condiciones de producción, como un mayor desarrollo tecnológico o una población laboral más capacitada, por ejemplo, o con menores costes. Por este motivo, los Gobiernos suelen ponerles condiciones a algunos productos determinados para que no alteren el desarrollo de su propia economía.
Lo ideal es que las importaciones les permitan a los ciudadanos de determinado país adquirir ciertos productos que no se producen en ese país. Asimismo, las importaciones también les permiten a los consumidores acceder a productos de mayor calidad o más baratos.
En el caso de España, la mayor cantidad de las importaciones provienen de la Unión Europea, con un 67%. Específicamente, el 18% proviene de Francia; el 16,5%, de Alemania; el 15,7%, de Portugal; el 8,8%, de Italia; y el 4,8% de Benelux, la unión económica de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.
Fuera de la comunidad, las importaciones españolas provienen en un 6,2% de los Estados Unidos, en 5% de los países de la OPEP, en 4,8% de los países del Mercosur, y en 2,9% de Japón.
Los productos importados en España mayoritariamente son combustibles, maquinaria y equipamiento, productos químicos, alimentos, entre otros bienes de consumo. Todos ellos buscan satisfacer las necesidades de la demanda interna del país y ofrecerles a los ciudadanos mayores beneficios y opciones.
Ante esto, resulta recomendable para el país que logré potenciar más las industrias nacionales para que la producción se incremente y se tenga más oportunidades de comercializar productos españoles con el resto del mundo. Así se generaría una balanza comercial positiva para el país, lo que sería un buen síntoma para la economía.